
REPORTAJE
Las mujeres no mueren, a las mujeres las matan

Son miles las mujeres las que sufren cada día la violencia machista. Desde enero de 2017, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género ha registrado 44 mujeres asesinadas en España. Existen varias recomendaciones y consejos para informar acerca de estos hechos, pero parece que no son suficientes, ya que se sigue reclamando la aplicación de una manera diferente de informar y la concienciación de los periodistas.
Los asesinatos de mujeres a manos de hombres con los que tienen un vínculo no están tratados de forma proporcionada a su gravedad. Además, las víctimas sufren de violencia psicológica, humillación, insultos y golpes antes de ser asesinadas, que en muy pocas ocasiones son contadas por los medios de comunicación.
Cada vez son más las mujeres asesinadas en España en lo que va de año, pero las recomendaciones y consejos para evitar este tipo de violencia no son efectivos, y no se tratan de forma relevante a su gravedad.
La violencia machista habla de la carencia de libertad y del miedo que sufren decenas de miles de mujeres. Por ello, es conveniente elegir las palabras adecuadas, las imágenes que mejor informen y no tratar los crímenes machistas como simples sucesos está en manos de los periodistas.
Los medios de comunicación utilizan, en muchas ocasiones, eufemismos para informar sobre la violencia machista y minimizar así la realidad

Estos son algunos ejemplos del tratamiento que le dan diferentes medios e instituciones. En ello insiste, por ejemplo, la Guía para el Tratamiento Informativo de la Violencia de Género elaborado por el Consejo Audiovisual de Andalucía: ''La legislación exige a los medios la adecuada difusión de las informaciones, de acuerdo con los principios de ética periodística''.
''La violencia machista habla de la falta de libertad y del miedo que sufren muchas mujeres''
De hecho, también José Sanmartín, filósofo y escritor español y ex-director del Centro Reina Sofía, hizo un estudio sobre las noticias de violencia de género, donde mostraba que el 60% de los españoles considera que el tratamiento de los medios de comunicación es sensacionalista y poco objetivo. Del mismo modo, casi la mitad de las personas encuestadas consideraron que los medios de comunicación deben servir para prevenir la violencia machista. Además, afirmaba que más de la mitad de los profesionales considera importante la publicación de información del paradero de los agresores, mientras que sólo el 18,2% de los encuestados opina de la misma manera.
El 60% de los españoles considera que los medios de comunicación son sensacionalistas y poco objetivos.
El exdirector del Centro de Reina Sofía destacó en estos informes el importante papel de los medios de comunicación en los últimos años para dar visibilidad a un problema que constituye ‘‘un atentado contra los Derechos Humanos’’.
Lidia Fernández Montes, que actualmente estudia cuestiones relativas a la violencia de género, opina que son las mujeres las que tienen que ser las protagonistas de las noticias de violencia machista. Por ello, los medios de comunicación deberían ser totalmente transparentes e informar de una manera objetiva. Magda Bandera, directora de La Marea, aprueba la concienciación de los periodistas que escriben sobre violencia machista y opina que no hay que ‘‘maquillar’’ los hechos. ‘‘Las mujeres no mueren a manos de sus maridos, a las mujeres las matan’’, afirma la periodista.
Las mujeres han vivido su propia revolución, y ahora les toca a los hombres revolucionar sus actos. No obstante, las mujeres deben de ser las protagonistas en las noticias de violencia de género.
Cada año, la revista Pikara Magazine publica una recopilación de los titulares más machistas. El Diario Vasco publicaba en 2016 una noticia con el siguiente encabezado: “Decapitada una mujer en su primera cita con un hombre al que conoció en Internet”. Son muchos los titulares que no objetivan la gravedad del asunto.
‘‘Son muchos los titulares que no objetivan la gravedad del asunto’’

Dani Álvarez, periodista en EITB, tiene una opinión distinta sobre la manera en la que se informa sobre las agresiones sexuales. Según Álvarez: En muy pocos años se ha generado un movimiento de conciencia muy importante entre los periodistas en Euskadi y en España en general, para combatir este problema y hacerlo visible”. Además, afirma que para informar sobre este tipo de hechos, no hay ninguna norma sino unas pautas generales. Realza la idea de que hay que emplear las palabras con precisión, humanizando a las víctimas, dejando claro que es una agresión injustificable contra los derechos humanos, y poniendo a la víctima en el centro de la noticia. “Podemos cometer errores'', dice, ''y tenemos margen de mejora, pero la información debe servir a la ciudadanía, no a determinados intereses”, afirma el periodista. Asimismo, Álvarez informa de que se han editado algunos manuales con recomendaciones recogidas por la Diputación de Bizkaia, como el Observatorio de la Violencia de Género en Bizkaia, o el manual que recomienda el FAPE
Italia es otro de los países que se preocupa por el bienestar de las mujeres maltratadas. Las profesionales que forman parte de Giulia, una red italiana de periodistas libres y independientes, afirman que cada vez que se escribe un artículo o se graba un programa de televisión donde se utilizan expresiones como “crimen pasional”, o se subraya que la mujer estaba vestida de forma provocativa, se hace violencia otra vez. “Las palabras no son neutras”, alegan las periodistas de Giulia. La información consciente empieza por quién la hace.
Cruz Leal, presidenta de la Asociación Letra Violeta, muestra la otra cara de la moneda y aporta un atisbo de esperanza: ‘‘Las mujeres hemos cambiado’’, dice, ‘‘hemos abierto un acceso a la igualdad y hemos cambiado personalmente, dejando atrás nuestras inseguridades y miedos’’. La feminista activa opina que el machismo se ha convertido en un estilo de vida fanatizado que recuerda cada vez más a un acto terrorista. Las mujeres ya vivieron su propia revolución. Hay hombres que también quieren ver las cosas de otra manera, por lo que tienen pendiente su propia revolución. ¿Qué hay de la rebelión de los periodistas?
Cruz Leal: ‘‘Las mujeres hemos dejado atrás nuestra inseguridades y miedos’’
